Thursday, August 28, 2014

CUADERNOS DE JOHN ADAMS, No. 11

AM | @agumack

"Checks and balances are our only security" — John Adams

[1] Marshall. En 2002 me tomé el tiempo de leer con atención la magnífica biografía del juez John Marshall por Jean Edward Smith (*). De vez en cuando releo algunos pasajes [ver]. En la convención constitucional de Virginia, en enero de 1830, Marshall toma la palabra. El tema: el tenure (o no) en el cargo de jueces de Virginia [ver]. A los 75 años, la oratoria del juez consigue emocionar a los presentes:

"The independence of all those who try causes between man and man, and between man and his government, can be maintained only by the tenure of their office", he told the convention. His voice trembled with emotion as he said, "I have always thought, from my earliest youth till now, that the greatest scourge an angry Heaven ever inflicted upon an ungrateful and sinning people was an ignorant, a corrupt or a dependent judiciary. Will you drawn down this curse upon Virginia?"

Al final, los delegados deciden mantener el tenure de los jueces por 56 votos contra 29, asegurando la independencia judicial. De pie, damas y caballeros.

(*) Jean Edward Smith. John Marshall. Definer of a Nation. New York: Henry Holt, 1996, p. 506.
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[2] ESG. Uno de los principales problemas de la idea de los contrapesos institucionales es que no seduce al público joven. Es algo entendible, porque presupone una radical des-igualdad (de virtudes y talentos) en los hombres, y porque se basa en una concepción de la naturaleza humana que choca contra nuestro innato idealismo juvenil. En España, Jovellanos lo experimentó en carne propia en 1810-1811 durante los debates constitucionales: los "mozos" eran en su mayoría fanáticos rousseauistas, convencidos de la bondad natural del ser humano. ¿Quien necesita contrapesos si somos todos igualmente buenos? Pero no todo está perdido. Lentamente, la noción de ESG —Environment, Social, Governance— va ganando adeptos [ver].

Por fin contamos con una herramienta que puede seducir a los jóvenes. Para ilustrar este punto de vista, la situación de China ofrece una gran oportunidad. Porque el grave problema ambiental del gigante asiático está inexorablemente ligado a un igualmente grave problema de gobernanzala ausencia de imperio de la ley y de contrapesos institucionales. Un editorial del Wall Street Journal da en la tecla: "Then there is the lack of rule of law. Citizens who believe they've been injured by pollution have an uphill battle seeking redress in court from the polluter, especially if that polluter happens to be a large company with ties to local or national government" (*).

La contaminación ambiental no puede continuar en estos niveles. Pero no habrá soluciones duraderas sin que la propia autoridad política —el Partido Capitalista Chino— se someta al imperio de la ley y a tribunales de justicia independientes. Vayamos acostumbrándonos a pensar en términos de ... ESG.

(*) "Through China's Smog, Darkly", The Wall Street Journal, 5 de marzo de 2014.
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